El movimiento de los hospicios ha tenido un gran efecto en la forma de cuidar a los enfermos terminales en casa, lo que implica:
- excelente control del dolor y otros síntomas
- tiempo para hablar con el paciente y su familia
- la calidad de vida que se deja
- el médico de cabecera como coordinador del equipo de atención primaria y otros cuidadores para garantizar un apoyo flexible y continuo
- buena comunicación con el médico de guardia fuera del horario laboral
- recursos adicionales de enfermería de distrito, servicios sociales y enfermería domiciliaria para enfermos terminales
- oportunidad para que el paciente hable de sus temores (a menudo se les puede tranquilizar rápidamente)
- revisión periódica de los medicamentos (lo más sencillo posible)
- analgésicos regulares (más eficaces que aliviar el dolor establecido)
- subsidio para cuidados terminales (cumplimentar el DS1500 con prontitud)
ref: N Lawrence et al, HB Emergencies in Gen Pract 2e, 1996