Las infecciones de la mano representan alrededor del 1% de los nuevos casos de urgencias; su importancia no debe subestimarse, ya que pueden causar una discapacidad considerable.
Debido a la compleja anatomía de la mano, las infecciones suelen limitarse a distintos compartimentos. El agente más frecuente con diferencia es el estafilococo.
Suele haber antecedentes de traumatismo, a menudo trivial, con el consiguiente dolor e hinchazón en la mano. Las manifestaciones sistémicas incluyen enfermedad pirexial. En la exploración, la mano está enrojecida, sensible, tensa y con restricción de movimientos.
El tratamiento se divide en medidas generales, como antibacterianos y reposo, y otras medidas que dependen del tipo, la localización y el estadio de la infección.
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