La estenosis cáustica del esófago se produce tras la ingestión accidental o suicida de ácidos o álcalis fuertes, por ejemplo lejía.
Los niños pueden consumir accidentalmente productos químicos cáusticos y desarrollar una estenosis.
En la fase aguda se producen quemaduras de la boca y la faringe. Las sustancias cáusticas provocan una necrosis coagulativa de la mucosa esofágica que acaba penetrando en las capas musculares. La cicatrización es lenta y está marcada por una granulación grave y cicatrices.
El esófago medio e inferior son los lugares habituales de las estenosis cáusticas. En estos puntos, el esófago está atravesado por el arco aórtico y el esfínter cardíaco, por lo que son lugares de retención temporal del material cáustico.
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