El cisplatino, y su análogo el carboplatino, son los fármacos de elección en los cánceres de ovario y de células germinales.
La administración de cisplatino se complica por la necesidad de cargar líquidos intravenosos durante la administración del fármaco debido a la necesidad de minimizar la toxicidad renal. El carboplatino es menos nefrotóxico que el cisplatino, pero más mielotóxico.
Los estudios han demostrado la existencia de una relación dosis-respuesta con estos fármacos, lo que ha fomentado el uso de dosis altas con los consiguientes efectos secundarios importantes de náuseas, vómitos, daño renal y neurotoxicidad.
La hipomagnesemia (debida a una pérdida renal real) puede provocar tetania. Sin embargo, la mielosupresión es poco frecuente con el cisplatino (1).
Referencia:
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página