Los pulmones están divididos por fisuras en una disposición previsible de lóbulos:
Los lóbulos se caracterizan por una conexión discreta con la primera subdivisión del árbol bronquial después del nivel de los bronquios principales a ambos pulmones - éstos son los bronquios lobulares. Del mismo modo, la irrigación vascular, nerviosa y linfática del hilio a cada lóbulo tiene una conexión mínima con otros lóbulos. Esto hace que los lóbulos sean unidades funcionales relativamente independientes dentro del pulmón. De hecho, la patología puede limitarse a un lóbulo y la cirugía correctiva puede verse facilitada por la clara demarcación entre lóbulos producida por las fisuras.
Además, los lóbulos se subdividen en segmentos broncopulmonares, que son volúmenes de pulmón con una disposición organizada entre sí dentro de un lóbulo y una independencia funcional similar a la de los lóbulos. Con la subdivisión posterior de los bronquios, cada segmento se divide en lobulillos secundarios.
Las fisuras lobares son a menudo incompletas, estableciendo una conexión entre dos lóbulos apuestos. Por el contrario, pueden producirse más lóbulos de los esperados mediante nuevas fisuras, por ejemplo, en el lóbulo ácigos del pulmón. Los lóbulos adicionales se denominan "lóbulos accesorios".
El equivalente del lóbulo medio derecho en el lado izquierdo se denomina língula. En ocasiones se considera un lóbulo, pero es pequeño en comparación y rara vez está separado del lóbulo superior izquierdo por una fisura.
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