Un nódulo que protruye en el ombligo, en un paciente que pierde peso y se encuentra mal, puede deberse a un nódulo de un tumor metastásico.
La presentación de un tumor secundario umbilical siempre indica una enfermedad avanzada y extendida y un tumor primario comúnmente en el abdomen. Las células tumorales llegan al ombligo a través de los linfáticos que discurren en el borde del ligamento falciforme junto a la vena umbilical obliterada, o por diseminación transperitoneal. Las metástasis umbilicales suelen asociarse a múltiples metástasis peritoneales.
Los nódulos de carcinoma secundario suelen ulcerarse, sangrar e infectarse,
Las metástasis umbilicales pueden adherirse al intestino subyacente e infiltrarlo. La necrosis del tejido tumoral provoca entonces una fístula umbilical-intestinal adquirida.
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