La celulitis periamigdalina se reconoce en la práctica general como precursora de un absceso periamigdalino (quinsy). El paciente puede presentar muchas de las características de un quinsy, ya que ambas afecciones pueden solaparse. La celulitis puede ser bilateral. Suele responder a los antibióticos orales si se trata con prontitud.
Debe revisarse al paciente para decidir si está indicada una amigdalectomía rutinaria. Si al clínico no le resulta fácil distinguirla de una amigdalitis, debe tratarse como un absceso periamigdalino.
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