el cultivo y las pruebas serológicas son los pilares del diagnóstico.
Los cultivos pueden colonizarse en cualquier medio artificial y tras incubación a la mayoría de las temperaturas. Las colonias crecen en tres o cuatro días.
La forma micelial de C. immitis no puede identificarse definitivamente. Para su identificación se requiere la conversión a la forma parasitaria (por ejemplo, por inoculación en animales) o la detección de antígenos coccidiodiales extracelulares producidos por el hongo en crecimiento en cultivo.
En muestras de tejido, una esférula madura de C. immitis con endosporas es patognómica de infección.
Los anticuerpos IgM se detectan temporalmente en el 75% de los pacientes con infección primaria.
Los IgG se desarrollan más tarde que los IgM y suelen desaparecer en varios meses si la infección se resuelve.
Los anticuerpos IgG reflejan la evolución de la enfermedad.
Las reacciones a las pruebas cutáneas son positivas poco después del desarrollo de los síntomas de la infección primaria en la gran mayoría de los pacientes.
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