Estas acumulaciones localizadas de melanocitos son extremadamente frecuentes y suelen aparecer por primera vez durante la infancia. Aumentan durante la adolescencia y pueden disminuir en las personas mayores. Pueden producirse cambios histológicos durante la pubertad y el embarazo. La mayoría de las personas tienen entre 5 y 20 nevus melanocíticos. Muchos son adquiridos; algunos son hereditarios.
La importancia de los nevus pigmentados radica en la identificación de aquellos con potencial de cambio maligno; por ejemplo, incluyen agrandamiento, alteración de la pigmentación -aumento o disminución-, asimetría, irregularidad de la superficie o del borde, inflamación, hemorragia, ulceración, picor o nodularidad.
Las lesiones melanocíticas individuales pueden evaluarse clínicamente mediante (1):
Sólo la comparación fotográfica ayuda a controlar el cambio en una lesión concreta, lo que es importante cuando se observa la transformación maligna.
La escisión está indicada si se sugiere una transformación maligna o por razones estéticas. Sin embargo, menos del 30% de los melanomas surgen de nevus preexistentes.
Referencia:
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