La hidroa vacunal es un trastorno muy poco frecuente caracterizado por la aparición recurrente de vesículas ("hidroa") que tienden a cicatrizar ("vacunal"). Las lesiones se producen en las zonas expuestas a la luz, especialmente en los bordes de las orejas, la nariz y la dorso de las manos. Se desarrollan a los 1-2 días de la exposición y pueden ir acompañadas de queratoconjuntivitis. La afección se da en niños y suele remitir en la pubertad.
La hidroa vacciniforme puede estar asociada a una infección latente por el virus de Epstein-Barr (1).
El tratamiento de esta enfermedad es difícil; los protectores solares absorbentes y la exposición restringida a la RUV pueden ayudar. La fototerapia UVB de banda estrecha puede ser útil en algunos casos (2).
Referencias:
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