El tratamiento suele requerir un equipo formado por un cirujano ortopédico, un cirujano pediátrico y un fisioterapeuta.
La intervención ortopédica suele ser necesaria para los problemas de desequilibrio de la función de las extremidades inferiores. Pueden utilizarse trasplantes de tendones de músculos normales para corregir un músculo anormal. Los calipers de apoyo pueden compensar los pies zambos.
La intervención pediátrica es necesaria para las ITU, la obstrucción urinaria, el reflujo ureteral y la incontinencia. La incontinencia urinaria en niñas puede requerir una derivación de asa ileal. Puede ser necesaria una derivación para tratar la hidrocefalia.
La fisioterapia es necesaria para fomentar el uso adecuado de las extremidades.
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