La tiza de Calabash (piedra de Calabar, La Craie, Argile, Nzu, Mabele) es consumida tradicionalmente por la comunidad nigeriana y de África occidental en general (y por algunas mujeres asiáticas) como remedio para las náuseas matutinas.
- se ha descubierto que las muestras de tiza analizadas por la Food Standards Agency (FSA) contienen altas concentraciones de plomo
- el consumo de este producto provocaría un aumento indeseable de la ingesta de plomo. Con los niveles más altos de plomo encontrados, las mujeres que toman 60 g al día del producto más contaminado superarían en 4,5 veces la directriz de seguridad para el plomo, antes de tener en cuenta cualquier exposición adicional procedente de otras fuentes.
- la exposición al plomo puede provocar una serie de efectos nocivos, y el niño en desarrollo corre especial riesgo de sufrir efectos sobre el sistema nervioso. Los estudios han demostrado que la exposición prolongada a niveles elevados de plomo puede afectar al rendimiento intelectual de los niños.
- debe advertirse a los pacientes que consuman el producto que:
- el consumo de tiza Calabash aumentará la ingesta de plomo, lo cual es indeseable
- las mujeres embarazadas y en período de lactancia deben dejar de tomar Calabash chalk inmediatamente, ya que la exposición a niveles elevados de plomo supone un riesgo para el desarrollo mental del feto y del niño en desarrollo
- las mujeres en período de lactancia que hayan estado tomando tiza Calabash no deben interrumpir la lactancia. La transferencia de plomo a la leche materna es baja, y los beneficios de la lactancia superan los riesgos. La lactancia materna está aceptada como la mejor forma de nutrición de los lactantes para garantizarles un buen comienzo en la vida. La lactancia materna confiere importantes beneficios para la salud a corto y largo plazo, tanto para la madre como para los lactantes, más allá del periodo de lactancia propiamente dicho
- una vez que se interrumpe el consumo de la tiza, los niveles de plomo en el organismo vuelven gradualmente a la normalidad
Referencia:
- Mensaje del Director Médico del Ministerio de Sanidad (15 de octubre de 2002). CEM/CMO/2002/13