La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término genérico que engloba dos patologías autoinmunes distintas: la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC), ambas causantes de la inflamación crónica del tracto gastrointestinal (1).
Varios estudios sugieren que los programas de ejercicio estructurado pueden ser una opción de tratamiento no farmacológico eficaz para contrarrestar las manifestaciones y complicaciones de la EII (2).
El ejercicio es una intervención no farmacológica que afecta ventajosamente a los aspectos clínicos de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como la actividad de la enfermedad, la competencia inmunitaria, la inflamación, la calidad de vida, la fatiga y los factores psicológicos (1):
- el ejercicio funciona como una herramienta importante para modular los cambios inflamatorios y los consiguientes resultados relacionados con la salud en la EII
- las reducciones de las citocinas proinflamatorias, las alteraciones de la microbiota intestinal y las mejoras en la calidad de vida relacionada con la salud parecen ser los resultados de las intervenciones de ejercicio de intensidad baja a moderada y alta en pacientes con EII
Una revisión sistemática y un metanálisis hallaron que había pruebas de certeza baja de que las intervenciones de ejercicio estructurado de al menos 4 semanas de duración reducen los síntomas de actividad de la enfermedad (2):
- hubo una certeza muy baja de que no hubo un cambio claro entre el entrenamiento con ejercicios y la atención habitual en la CdV específica de la enfermedad, sin embargo, una revisión narrativa sugiere que el ejercicio puede ser beneficioso
Una revisión sistemática y un metanálisis más recientes hallaron (3):
- los individuos con altos niveles de actividad física tenían un riesgo 22% y 38% menor de desarrollar EC en los estudios de cohortes y de casos y controles, respectivamente, en comparación con los individuos con bajos niveles de actividad física
- el riesgo de CU incidente fue un 13% menor en los grupos de alto nivel de actividad física frente a los de bajo nivel de actividad física en los estudios de cohortes, pero la reducción en los estudios de casos y controles no alcanzó significación estadística.
- La evaluación de la calidad de la evidencia no encontró limitaciones graves en los estudios de cohortes, pero sí en los estudios de casos y controles debido a un alto riesgo de sesgo y una heterogeneidad significativa.
Referencia:
- Ordille AJ, Phadtare S. Intensity-specific considerations for exercise for patients with inflammatory bowel disease. Gastroenterol Rep (Oxf). 2023 Feb 20;11:goad004. doi: 10.1093/gastro/goad004
- Jones K, Kimble R, Baker K, Tew GA. Effects of structured exercise programmes on physiological and psychological outcomes in adults with inflammatory bowel disease (IBD): A systematic review and meta-analysis. PLoS One. 2022 Dic 1;17(12):e0278480.
- Tiong HT et al. La actividad física se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal: A Systematic Review and Meta-analysis, Revista de Crohn y Colitis, 2024;, jjae053,