La endoscopia es un procedimiento que permite la visualización directa de partes del tracto gastrointestinal y, en caso necesario, la realización de maniobras terapéuticas. El instrumento necesario es un endoscopio; en la actualidad no se suelen utilizar endoscopios rígidos, salvo para la sigmoidoscopia.
La exploración del esófago, el estómago y el duodeno proximal puede realizarse con un gastroscopio bajo sedación ligera.
La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) permite visualizar el páncreas y el árbol biliar.
Un colonoscopio permite investigar el intestino grueso y el íleon terminal. Sin embargo, la totalidad del intestino grueso sólo puede examinarse en el 85-90% de los sujetos.
El sigmoidoscopio permite visualizar el recto. Un sigmoidoscopio flexible permite visualizar el colon sigmoide y el colon descendente.
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