La grasa se acumula en el hepatocito y lo hincha. Por lo general, la grasa forma gotas grandes -macrovesículas- que se manifiestan entre 3 y 7 días después de la ingestión excesiva de alcohol. Con menor frecuencia, se forman pequeñas gotitas -microvesículas-, lo que indica una síntesis de lípidos más activa por parte del hepatocito.
Los cambios grasos suelen producirse en las zonas 3 y 2 del acino -es decir, centrizonal y medio-zonal-, pero en los casos más graves, el cambio es difuso.
En una minoría de casos, se deposita colágeno alrededor de las células y alrededor de las venas hepáticas -fibrosis pericelular y perivenular-, lo que puede conducir a una cirrosis sin una hepatitis intercurrente.
Ocasionalmente, se produce colestasis acompañada de necrosis de los hepatocitos.
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