Antes de una sigmoidoscopia, el paciente debe dar su consentimiento informado y sentarse en decúbito lateral izquierdo con las caderas flexionadas y las nalgas levantadas.
Se realiza un tacto rectal. Si está cargado, la sigmoidoscopia se aplaza hasta que se haya preparado el intestino con un enema desechable.
El sigmoidoscopio se lubrica con jalea K-Y. El obturador se coloca suavemente en el recto y se avanza hacia el ombligo unos 5 cm. A continuación se retira el obturador y el avance de la sonda se realiza bajo visión directa con la ayuda de un ocular, una fuente de luz y un insuflador. La negociación de la unión rectosigmoidea requiere una habilidad considerable; el malestar del paciente debería contraindicar el avance ulterior.
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