La uveítis posterior está menos caracterizada que la anterior. Los síntomas de presentación suelen ser moscas volantes o visión borrosa, pero como éstos están presentes en todas las formas de uveítis posterior, tienen poco valor en el diagnóstico diferencial. El ojo es blanco a menos que haya una inflamación importante en la cámara anterior. Según la causa, puede haber signos de vasculitis retiniana, edema macular o coroiditis focal.
Con el tiempo se pierde la visión por cataratas, glaucoma, edema macular o destrucción de la retina.
El tratamiento depende de la causa subyacente. Los esteroides sistémicos pueden ser necesarios para suprimir la inflamación y evitar daños en la retina.
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