Para los pacientes con náuseas y vómitos postoperatorios, en primer lugar comprobar el tratamiento farmacológico de los pacientes:
- buscar posibles interacciones farmacológicas. También hay que tener en cuenta las interacciones de diferentes terapias, por ejemplo, si un paciente anciano recibe fluidos intravenosos y diuréticos, puede desarrollar hipopotasemia; si también recibe digoxina, la hipopotasemia puede precipitar la toxicidad del fármaco.
- buscar signos de obstrucción, vómitos, dolor abdominal, estreñimiento absoluto de flatos y heces, distensión abdominal, salpicaduras de sucusión, ausencia de ruidos intestinales. Si la obstrucción intestinal es la causa de los vómitos, el inicio da pistas sobre si se trata de una obstrucción paralítica o mecánica.
- Si las náuseas y los vómitos acaban de empezar tras la administración de líquidos por vía oral después de una intervención abdominal, es probable que se deban a un íleo paralítico persistente.
- si las náuseas y los vómitos aparecen después de que el paciente haya tolerado los líquidos orales, es probable que la obstrucción sea mecánica: adherencias fibrinosas, intususcepción, vólvulo. Es característico que haya dolor abdominal tipo cólico, sensibilidad localizada y ruidos intestinales activos.
- La radiografía abdominal revelará el lugar de la obstrucción (supina) y los niveles de líquido (erecta). El íleo paralítico muestra una distensión intestinal generalizada. La obstrucción mecánica será generalmente del intestino grueso - las haustra no atraviesan todo el intestino grueso, el ciego es la primera parte en dilatarse - o del intestino delgado - las plicas circulares atraviesan todo el intestino delgado, las asas intestinales son centrales y plegadas.
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