Carencia de hierro sin anemia
La carencia de hierro sin anemia es frecuente (1).
Los pacientes pueden presentar síntomas inexplicables e inespecíficos.
La ferritina es un indicador de las reservas de hierro y es el biomarcador más sensible y específico para evaluar la ferropenia.
- La OMS define la ferritina baja como niveles <15 µg/L para adultos y <12 µg/L para niños (2)
- no obstante, en la práctica clínica, cuando los niveles de ferritina descienden por debajo de 30 µg/L, se puede determinar la ferropenia
- la ferritina es un reactante de fase aguda que aumenta en el suero durante la inflamación crónica
los niveles de saturación de transferrina (TSAT) inferiores al 20% también son diagnósticos de ferropenia (2)
- en estados inflamatorios crónicos, cuando los niveles de ferritina son de 100-300 µg/L, la TSAT debe utilizarse para diagnosticar la ferropenia
La anemia ferropénica (hemoglobina <=130 g/L en varones y <=120 g/L en mujeres) es una manifestación tardía de la ferropenia, ambas afecciones médicas frecuentes en la práctica clínica diaria (3).
- El 10-20% de las mujeres que menstrúan tienen carencia de hierro, y el 3-5% de ellas son francamente anémicas.
Los estudios del hierro suelen mostrar una ferritina y una saturación de transferrina bajas, con una concentración de hemoglobina normal.
Debe identificarse y tratarse la causa de la ferropenia.
- la carencia de hierro puede ser secundaria a
- Ingesta alimentaria inadecuada, aumento de las necesidades (por ejemplo, embarazo y lactancia),
- absorción deficiente (por ejemplo, enfermedad celíaca, cirugía bariátrica), o
- Pérdida de sangre (menstrual, por donación, gastrointestinal).
- Deben tenerse en cuenta las causas de carencia de hierro inducidas por fármacos:
- en particular, los anticoagulantes, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre y los antiagregantes plaquetarios
- los estudios del hierro ayudan en el diagnóstico diferencial de la ferropenia
- una ferritina reducida es el marcador inicial más fiable para diagnosticar la ferropenia sin anemia
- aunque la OMS define la ferritina sérica baja como inferior a 12 microgramos/l en adultos, una concentración inferior a 30 microgramos/l tiene una sensibilidad (92%) y una especificidad (98%) elevadas para la ferropenia, en correlación con la ausencia de reservas de hierro en la médula ósea (1)
- los cambios en el estado del hierro antes de la aparición de la anemia pueden sugerirse en un hemograma completo mediante el descenso de los valores de hemoglobina celular media y volumen corpuscular medio y un aumento de la anchura de distribución de los eritrocitos
Existen pruebas limitadas sobre los beneficios de administrar hierro a personas que no padecen anemia. Si hay deficiencia de hierro, la mayoría de las personas pueden recibir suplementos orales de hierro (1,2,3).
- debe tratarse cuando se detecte, con un objetivo de ferritina de 100 µg/L (2)
- el tratamiento debe continuarse hasta que los niveles de ferritina se hayan normalizado y los síntomas se hayan resuelto
- se debe ofrecer a los pacientes asesoramiento dietético y sustitución de hierro por vía oral
- en los pacientes sintomáticos con ferropenia resistente al tratamiento sin anemia, debe considerarse la posibilidad de administrar hierro por vía intravenosa
- monitorizar los niveles de ferritina cada 6-12 meses tras el tratamiento, especialmente en mujeres con menstruaciones abundantes y en aquellas que estén pensando en quedarse embarazadas.
Referencias:
- (1) Balendran S, Forsyth C. Deficiencia de hierro no anémica. Aust Prescr. 2021 Dic;44(6):193-196.
- (2) Al-Naseem A, Sallam A, Choudhury S, Thachil J. Iron deficiency without anaemia: a diagnosis that matters. Clin Med (Lond). 2021 Mar;21(2):107-113.
- (3) Soppi ET. Iron deficiency without anemia - a clinical challenge Clinical Case Reports 2018; 6(6): 1082-1086.