Diagnóstico
El diagnóstico de la actinomicosis es difícil. Debe sospecharse en pacientes con los siguientes "signos de alarma" clínicos
- curso indolente
- cronicidad
- características similares a masas
- desarrollo de tractos sinusales (que pueden curarse y volver a formarse)
- progresión a través de planos tisulares
- infección refractaria o recidivante tras un tratamiento corto con antibióticos
El diagnóstico definitivo depende del aislamiento del organismo a partir de una muestra clínica.
Las investigaciones útiles en la actinomicosis incluyen
- Análisis de sangre: normalmente no específico, puede haber anemia, leucocitosis leve, aumento de la VSG, PCR y fosfatasa alcalina (en la actinomicosis hepática).
- histopatología: la presencia de organismos filamentosos grampositivos y gránulos de azufre en el examen histológico apoya firmemente el diagnóstico de actinomicosis
- microbiología: el aislamiento directo del organismo (a partir de una muestra clínica o de gránulos de azufre) proporciona un diagnóstico definitivo.
Nota: la actinomicosis se ha denominado a menudo la "gran simuladora" de las enfermedades de cabeza y cuello, lo que refleja el hecho de que los síntomas no son específicos y pueden encontrarse en otras afecciones mucho más comunes.
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