Los antifúngicos triazoles son el fluconazol, el itraconazol, el posaconazol y el voriconazol.
Aunque suelen ser bien tolerados, los triazoles pueden provocar náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. La hepatotoxicidad (elevación de las pruebas de función hepática, hepatitis, colestasis y/o insuficiencia hepática fulminante) también se asocia a todos los azoles.
Todos los azoles deben evitarse en pacientes con hipersensibilidad a los azoles o a sus componentes, y utilizarse con precaución en pacientes con insuficiencia renal o hepática.
Referencias
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