Los síntomas aparecen entre 18 y 36 horas después de la ingestión de la toxina.
Los posibles síntomas gastrointestinales incluyen estreñimiento -más frecuente en lactantes (1)- y gastroenteritis -diarrea, calambres, vómitos-. La fiebre no está asociada al botulismo.
Los síntomas paralíticos visuales aparecen en primer lugar - dilatación pupilar, visión borrosa, diplopía, ptosis - y van seguidos de una fatiga general extrema con debilidad grave de las extremidades y de los músculos bulbares. La voz cambia.
En la exploración, los reflejos tendinosos suelen estar conservados y no suele haber trastornos sensoriales ni alteraciones del nivel de conciencia.
Una afección más leve se da en lactantes y está asociada a la colonización del intestino por el organismo.
Notas (1):
Referencia:
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