Si la dificultad respiratoria es leve, debe vigilarse atentamente al paciente, es decir, la frecuencia cardíaca, la temperatura, la tensión arterial, los signos de dificultad respiratoria y el equilibrio de líquidos. Puede obtenerse una termorregulación adecuada en una incubadora cerrada o en una incubadora abierta con fuente de calor radiante.
Las intervenciones que pueden ser necesarias incluyen
- ventilación
- Líquidos: un lactante con dificultad respiratoria no debe ser alimentado con biberón. En caso de dificultad respiratoria grave, los líquidos se administran por vía intravenosa.
- ácido-base: si hay acidosis respiratoria grave (pH inferior a 7,20 y pCO2 > 60 mmHg) puede ser necesaria la ventilación artificial. En caso de acidosis metabólica grave, puede ser necesaria una infusión de bicarbonato sódico.
- Antibióticos: en los lactantes con dificultad respiratoria en los que se sospeche una infección, el tratamiento antibiótico debe combinar una penicilina -penicilina G o amoxicilina- y un aminoglucósido, por ejemplo gentamicina. Otras circunstancias en las que puede estar indicado un régimen de este tipo son la necesidad de ventilación mecánica y de cateterismo arterial.
- oxigenación por membrana extracorpórea
Notas:
- el tratamiento precoz con óxido nítrico inhalado en recién nacidos prematuros con dificultad respiratoria
- el óxido nítrico inhalado a dosis bajas no redujo la incidencia global de displasia broncopulmonar, excepto entre los recién nacidos con un peso al nacer de al menos 1.000 g; sin embargo, existen pruebas de que sí redujo el riesgo global de lesión cerebral (1)
- los recién nacidos prematuros (antes de las 37 semanas de gestación) presentan un alto riesgo de enfermedad pulmonar neonatal y sus secuelas
- cuanto más prematuro es el bebé, mayores son los riesgos, especialmente cuando el nacimiento se produce antes de las 32 semanas (2)
- un único ciclo de corticosteroides prenatales reduce el riesgo de SDR del 26% al 17% (riesgo relativo [RR] 0,66; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,59 a 0,73) (2)
- existen pruebas de que, en mujeres con riesgo de parto prematuro (con riesgo continuo de parto prematuro en < 34 semanas de gestación)
- la(s) dosis repetida(s) de corticosteroides prenatales reduce(n) la aparición y la gravedad de la enfermedad pulmonar neonatal y el riesgo de problemas de salud graves en las primeras semanas de vida
- los revisores concluyen que estos beneficios a corto plazo para los recién nacidos apoyan el uso de dosis repetidas de corticosteroides prenatales para las mujeres con riesgo de parto prematuro. Sin embargo, estos beneficios se asocian con una reducción en algunas medidas de peso y perímetro cefálico al nacer, y aún no hay pruebas suficientes sobre los beneficios y riesgos a más largo plazo.
Referencia: