Las lesiones suelen ser asintomáticas, pero dependiendo del tamaño y la localización, las verrugas genitales pueden ser dolorosas, friables o pruriginosas (1).
Los hombres con verrugas genitales suelen verlas. Pueden sangrar si están en el meato uretral y ser causa de hematuria. Las mujeres suelen darse cuenta de la existencia de verrugas genitales tras sentir picor y notar un bulto.
Las lesiones pueden ser solitarias o múltiples. Las de las zonas cálidas, húmedas y sin vello suelen ser blandas y no queratinizadas. Las de la piel seca y con vello son firmes y queratinizadas (2).
Las verrugas empiezan como pequeñas lesiones planas de 1-2 mm de diámetro. Su aspecto se asemeja al de las verrugas cutáneas, pero suelen permanecer planas. En zonas húmedas y cálidas son filiformes y más grandes (1-5 mm). Las verrugas más grandes se vuelven pedunculadas y pueden parecerse a una coliflor. El crecimiento de las verrugas se ve favorecido por el embarazo, la falta de higiene y el flujo vaginal.
Referencias:
- (1) CDC (2006) Enfermedades de transmisión sexual: Directrices de tratamiento 2006. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
- (2) Grupo de Efectividad Clínica (Asociación Británica para la Salud Sexual y el VIH). Directriz nacional del Reino Unido sobre el tratamiento de las verrugas anogenitales, 2007.
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