El cristaloide isotónico es uno de los pilares del líquido de reanimación de quemados. Un ejemplo es la solución Hartmann (solución de Ringer lactato).
Se administra principalmente en las primeras 24 horas tras la lesión. Se utiliza porque existe la preocupación de que los fluidos proteicos administrados en las primeras 24 horas no se mantengan dentro del espacio intravascular debido al aumento de la permeabilidad de los vasos. En consecuencia, la fuga de proteínas a los líquidos intersticiales aumentará la presión oncótica y la tendencia al edema. Hasta que se reduzca la permeabilidad, se cree que los cristaloides isotónicos producen menos edema y son seguros, baratos y están ampliamente disponibles.
El volumen que debe administrarse en las primeras 24 horas se rige por la fórmula de Parkland.
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