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En los pacientes hipervolémicos hay signos de sobrecarga de líquidos, por ejemplo, elevación de la VOP con edema sistémico o pulmonar e hipertensión.
El objetivo del tratamiento es eliminar el exceso de volumen de líquido. Pueden probarse grandes dosis de diuréticos, por ejemplo, frusemida 180 mg i.v. o 500-1000 mg por vía oral.
Si estas medidas no consiguen producir diuresis y el paciente presenta evidencias clínicas o radiológicas de edema pulmonar, el líquido debe eliminarse mediante diálisis o ultrafiltración.
Una vez que se ha corregido el balance de líquidos, se considera al paciente normovolémico con insuficiencia renal aguda.
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