Si el diagnóstico se sospecha con suficiente antelación, el virus puede aislarse durante los tres primeros días de la enfermedad.
Posteriormente se puede demostrar un aumento de los títulos de anticuerpos antivirales (un aumento de los niveles de inmunoglobulina M). El virus de la fiebre amarilla también puede detectarse mediante técnicas de reacción en cadena de la polimerasa.
La biopsia hepática puede proporcionar un diagnóstico; las características histológicas incluyen:
Antiguamente se creía que una biopsia hepática que mostrara cuerpos de Councilman era específica de la fiebre amarilla, pero su presencia en otras fiebres hemorrágicas víricas hace que esto sea incierto (1).
Referencias:
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