La inmunidad protectora en la lepra está asociada a la inmunidad mediada por células T. Un paciente con lepra tuberculoide muestra una fuerte respuesta linfoproliferativa a los mitógenos y a los antígenos de M. leprae y tendría una preponderancia de células T ayudantes/inductoras CD4 infiltrantes en los granulomas, con unas pocas células CD8 y sólo un bacilo acidorresistente ocasional. En la lepra lepromatosa ocurriría lo contrario, con numerosos bacilos acidorresistentes y células T insignificantes en los granulomas.
Sólo una minoría de individuos expuestos a la infección por M. leprae desarrollan la lepra porque son capaces de resistir a la enfermedad estableciendo una inmunidad protectora. Los estudios sobre el HLA han revelado que el HLA-DR2 está asociado al desarrollo de la lepra tuberculoide. Se están investigando otras asociaciones HLA.
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