Las lesiones inducidas por la electricidad pueden dividirse en:
- daño tisular directo
- resultado de los efectos directos de la energía eléctrica
- puede afectar a las membranas celulares, alterando bruscamente sus propiedades eléctricas (despolarización celular) y provocando lesiones celulares directas al formar poros en las membranas celulares (electroporación)
- daño tisular indirecto
- lesión térmica
- causada por la conversión de energía eléctrica en energía térmica a medida que la corriente atraviesa los tejidos corporales.
- traumatismo mecánico secundario
- resultado de caídas o contracciones musculares violentas (1,2)
- lesión térmica
Los siguientes factores determinan la magnitud de la lesión eléctrica
- magnitud de la energía suministrada - tensión
- es el principal factor que determina el grado de daño tisular
- cuanto mayor es el voltaje, mayor es el daño
- resistencia encontrada
- es la capacidad de impedir el flujo de corriente
- los tejidos más resistentes generan más calor que los menos resistentes
- menos resistentes - nervios, sangre, mucosas, músculos
- resistencia intermedia: piel seca, tendones, tejido adiposo
- más resistente - hueso
- tipo de corriente
- la corriente alterna es tres veces más peligrosa que la corriente continua del mismo voltaje
- la corriente continua, que fluye constantemente en una dirección, provoca una única contracción muscular a menudo lo suficientemente fuerte como para obligar a la persona a alejarse de la fuente de corriente
- la corriente alterna, que cambia de dirección periódicamente, provoca una contracción muscular continua. Esto impedirá a las personas soltarse de la fuente de corriente
- la corriente alterna es tres veces más peligrosa que la corriente continua del mismo voltaje
- recorrido de la corriente por el cuerpo
- esto determina
- los tejidos con riesgo de lesión
- el tipo de lesión
- grado de conversión de la lesión eléctrica en energía térmica (independientemente de que se trate de tensiones altas, bajas o de rayo)
- esto determina
- duración del contacto (2)
Notas:
- una quemadura eléctrica causa daños predominantemente por la generación de calor. La producción de calor es proporcional a la energía eléctrica, tal y como determina el efecto Joule. Además, el aumento de la temperatura de los tejidos depende de la velocidad a la que el calor se aleja del lugar de la lesión por conducción, convección y radiación. En consecuencia, la electricidad que llega al hueso tiende a calentar este tejido en mayor medida que el tejido circundante. La mayor dificultad para disipar el calor de este lugar también aumenta el daño.
- los puntos de entrada y salida de la electricidad en el cuerpo suelen ser los lugares donde la piel ha tocado la fuente. Típicamente las manos o los pies, éstos tienen un mayor grosor de piel que otros sitios. En consecuencia, su mayor resistencia los hace propensos a una mayor generación de calor con la consiguiente carbonización y lesiones por "reventón".
- La electricidad puede arder a través de las superficies de flexión del cuerpo. Los principales lugares donde se produce este fenómeno son la muñeca, la fosa antecubital y la fosa poplítea.
- la lesión eléctrica asociada a un espasmo muscular esquelético prolongado que mantiene el contacto con la fuente se asocia a una mayor lesión debido a la exposición prolongada. Del mismo modo, el espasmo muscular puede desencadenar un movimiento corporal violento con traumatismo asociado. Las arritmias cardiacas son probables si la corriente es alterna y cercana a la frecuencia de las vías naturales de conducción - 40 a 200 ciclos por segundo. Por último, la electricidad convertida en calor puede inflamar la ropa y provocar una quemadura cutánea.
Referencias:
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