Resumen de puntos:
Desgarro parcial: si se ha producido un desgarro parcial, se producirá una curación espontánea en la que las fibras intactas entablillarán a las desgarradas. Es esencial evitar las adherencias, por lo que se prescriben ejercicios activos desde el inicio de la rehabilitación. La rodilla se protege de los esfuerzos de rotación o angulación mediante un vendaje muy acolchado o una férula posterior. El tratamiento incluye reposo, hielo, compresión, elevación (RICE) y restricción sin carga de peso con el uso de muletas. También puede utilizarse una férula articulada.
Desgarro completo: se considera en términos de
- rotura del ligamento medial (la más común) - antes las roturas completas se trataban quirúrgicamente, pero actualmente se tratan de forma no quirúrgica. En el pasado, el tratamiento no quirúrgico consistía en una escayola larga. En la actualidad, es habitual el uso de una ortesis de rodilla articulada. Generalmente se necesitan muletas durante 1-2 semanas.
- rotura del ligamento lateral - las roturas completas suelen implicar una rotura del complejo capsular posterolateral y pueden tratarse con una intervención quirúrgica
- rotura del ligamento cruzado anterior - la intervención quirúrgica aguda se asocia a malos resultados (en general, la intervención quirúrgica se retrasa al menos 3 semanas). La reconstrucción intraarticular, que requiere la selección de injertos, se ha convertido en el patrón oro para la reconstrucción del ligamento cruzado anterior. El tratamiento no quirúrgico puede considerarse en atletas menos activos que no practiquen ningún deporte de tipo pivotante (p. ej., ciclismo, atletismo) o en pacientes de edad avanzada.
- rotura del cruzado posterior - reparación quirúrgica indicada si hay fractura por avulsión tibial desplazada