Una costilla cervical es el resultado de un desarrollo excesivo del elemento costal de la séptima vértebra cervical. Se da en 1 de cada 200 personas. La costilla cervical puede ser ósea y estar unida a la primera costilla normal, a su cartílago o al esternón. También puede sobresalir libremente sin sujeción anterior. Alternativamente, puede ser un filamento delgado y fibroso que, paradójicamente, puede producir más síntomas que una costilla completa. En la mitad de los casos es unilateral, generalmente en el lado derecho.
La arteria subclavia y el primer nervio torácico pueden verse afectados al pasar por encima de la costilla cervical para acceder a la extremidad superior. La arteria puede estar estrechada, con dilatación post-estenótica. El trombo puede acumularse en este aneurisma, predisponiendo a émbolos e isquemia aguda. El nervio puede dañarse por presión directa.
Una costilla cervical es una causa frecuente del síndrome de salida torácica.
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