La hipertensión controlada con fármacos no es una contraindicación para la anestesia general. La medicación debe mantenerse durante todo el periodo operatorio, ya que existe el riesgo de que la hipertensión de rebote provoque un accidente cerebrovascular. Además, un aumento sostenido de la presión diastólica final reduce la afluencia de sangre al miocardio durante la diástole.
La hipertensión no tratada descubierta en la evaluación anestésica preoperatoria requiere un enfoque sistemático. El siguiente algoritmo es una posibilidad. Se toman tres lecturas de la presión arterial diastólica. Si el valor medio es
- >120mmHg:
- cancelar la operación
- investigar y tratar la hipertensión durante el ingreso
- reprogramar la operación una vez que la presión arterial esté controlada durante un periodo de cuatro a seis semanas
- 105-115mmHg con signos de daño orgánico: seguir el mismo tratamiento que para la presión arterial >120mmHg
- 105-115mmHg sin signos de daño en los órganos finales:
- continuar con el plan operativo
- considerar el tratamiento preoperatorio con un betabloqueante oral, por ejemplo atenolol, o un agonista alfa-2, por ejemplo clonidina.
Una tensión arterial de la magnitud de, por ejemplo, 240/80 mmHg en un paciente anciano puede deberse a arteriosclerosis. Es importante evitar la hipotensión perioperatoria en estos pacientes, ya que necesitan una presión arterial elevada para mantener la perfusión tisular.
Páginas relacionadas
Crear una cuenta para añadir anotaciones a la página
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página