La entrada de aire en el torrente sanguíneo puede ser una complicación grave en grandes transfusiones de sangre, trasplantes de hígado, tras otras intervenciones quirúrgicas o tras traumatismos en el cuello o el tórax. En raras ocasiones, complica el aborto terapéutico.
El cuadro neurológico es difuso. El inicio es agudo; si el paciente sobrevive a los primeros 30 minutos, el pronóstico es excelente.
Los émbolos transfusionales son más probables cuando la sangre se administra de botellas de vidrio que requieren ventilación, especialmente si se aplica presión para una transfusión rápida. Pueden evitarse utilizando un sistema cerrado y paquetes de sangre plegables.
Puede producirse una embolia gaseosa en pacientes sometidos a un trasplante de hígado debido a la elevada incidencia de derivaciones venoso-arteriales de derecha a izquierda en la hepatopatía crónica. Se evita permitiendo que las burbujas de aire salgan de los vasos del injerto antes de restablecer el riego sanguíneo.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página