Las piernas deben exponerse a la temperatura ambiente durante cinco minutos completos antes de poder evaluar correctamente la temperatura de la piel. Una vez expuestas las piernas, realice alguna otra parte del examen antes de volver a examinar la temperatura de la piel.
Evalúe con la superficie palmar o dorsal de la mano. La superficie dorsal suele ser mejor, ya que la superficie palmar suele estar húmeda y caliente y, como tal, es un sensor de temperatura menos preciso.
Evalúe la temperatura de la piel de toda la extremidad. Observe los puntos en los que se producen cambios de temperatura. No dé por sentado que una zona roja o azul está caliente: tóquela.
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página