los pacientes tienen una enfermedad cardiaca terminal
deben considerar la probabilidad de mejorar la supervivencia con un trasplante de corazón en comparación con la supervivencia esperada sin un trasplante. La supervivencia con un trasplante es aproximadamente del 80%, 70% y 55% a 1, 5 y 10 años respectivamente. Un trasplante de corazón debe suponer una diferencia significativa con respecto a la supervivencia esperada del paciente.
Entre las diferentes etiologías de los pacientes que se someten a un trasplante de corazón se incluyen:
cardiopatía isquémica (alrededor del 50%)
miocardiopatías (alrededor del 40%)
defectos cardíacos valvulares y congénitos (alrededor del 5%)
el límite superior de edad suele situarse en torno a los 60 años
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