- Comunicación - clara, abierta, directa (verbal y no verbal), los sentimientos y las emociones se expresan libremente, la ira se percibe como una necesidad de cambio, cada uno escucha y responde a los demás.
- Autonomía: la familia está formada por individuos separados, cada uno asume la responsabilidad de sus acciones y comportamientos personales.
- Aceptación: respeto por la experiencia única de los demás.
- Estructura - roles claros y flexibles, el guión familiar, normas coherentes que ayudan a resolver conflictos
- Liderazgo: el poder es compartido adecuadamente por los padres, de forma justa, sin dominación, humillación ni chivos expiatorios; a nadie se le dice lo que tiene que pensar o sentir; incluso los más jóvenes son considerados capaces de contribuir.
- Asociación - fuerte unión y coalición de los padres
- Flexibilidad: dar y recibir, adaptarse a las necesidades individuales y a las circunstancias cambiantes, el cambio no se ve como una amenaza.
- Aprecio: el estímulo y el elogio crean autoestima, aceptación cariñosa sin actitudes críticas.
- Redes de apoyo: dentro y fuera de la familia, proporcionan fuerza y estabilidad para hacer frente a los problemas y al estrés.
- Tiempo en familia - se presta atención a hacer cosas juntos
- Crecimiento: ambiente cálido, enriquecedor y satisfactorio.
- Necesidad de intimidad - la ternura no se ve como debilidad, el interés sexual se considera una fuerza generalmente positiva
- Religión, filosofía y realidad - valores y creencias positivos, la visión del mundo es realista pero va más allá del presente
ref: No Single Thread: Psychological Health in Family Systems, JM Lewis et al, 1976, Brunner/Mazel, Nueva York (Estudio de la Fundación Timberlawn, Dallas, Texas)