El cuadro dermatológico preciso varía con la edad. Sin embargo, ciertas características generales son comunes. Entre ellas se incluyen:
- curso crónico y recidivante
- prurito
- enrojecimiento
- inflamación (pápulas o edema)
- ampollas
- liquenificación - por rascado continuado
- piel seca
- sudoración anormal
- pliegues cutáneos prominentes
- fisuras o grietas, especialmente en las palmas de las manos o las plantas de los pies
- patrón flexural - en fases avanzadas
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