Por lo general, una luxación de rodilla sólo puede producirse cuando se produce una lesión que implica una violencia considerable, por ejemplo, un accidente de tráfico. En una luxación de rodilla se rompen los ligamentos cruzados y uno o ambos ligamentos colaterales.
El paciente presenta una rodilla muy dolorida, hematomas graves, hinchazón y deformidad de la rodilla. Puede haber lesión de la arteria poplítea o del nervio.
Puede haber fracturas de la espina tibial o de la punta del peroné debido a la avulsión del ligamento.
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