Las fracturas de la base del quinto metatarsiano son frecuentes y a menudo pasan desapercibidas. Una fractura por avulsión de la base del quinto metatarsiano se produce cuando una inversión repentina del pie provoca una contracción refleja del peroneo corto. Los pacientes suelen presentar un esguince de tobillo. Esta fractura puede pasar desapercibida porque una radiografía rutinaria del tobillo no mostrará la base del quinto metatarsiano. Por lo tanto, el paciente con un esguince de tobillo debe ser examinado para detectar sensibilidad en la base del quinto metatarsiano.
El tratamiento suele ser conservador, ya que la mayoría de las fracturas metatarsianas no están desplazadas. Si el dolor es intenso, se puede utilizar un vendaje de lana y crepé o un esparadrapo por debajo de la rodilla hasta que desaparezca el dolor.
Fractura de marcha o "por estrés": suele afectar al cuello o al vástago del segundo metatarsiano.
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