Los antidepresivos tricíclicos son fármacos muy recetados y eficaces para tratar la depresión y otros trastornos.
Los antidepresivos tricíclicos deben utilizarse con precaución porque son peligrosos en sobredosis.
La elección de un tricíclico concreto suele hacerse en función del espectro de efectos secundarios de cada compuesto:
- los tricíclicos sedantes, como la amitriptilina, se utilizan cuando predominan los trastornos del sueño y la ansiedad
- la imipramina, que no es sedante ni estimulante, se utiliza cuando predomina el retraso psicomotor
- la lofepramina se utiliza en pacientes que:
- no toleran los efectos secundarios
- corren el riesgo de autolesionarse deliberadamente por sobredosis
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