A continuación se consideran los principales factores de riesgo identificables que contribuyen tanto a la expresión como a la persistencia del asma (1):
- antecedentes familiares de atopia - el asma está vinculada tanto a la atopia de los padres como a la de los hermanos (la asociación más fuerte es con la atopia materna). Los antecedentes maternos de asma y/o rinitis constituyen un importante factor de riesgo de aparición tardía de asma en la infancia (y de sibilancias recurrentes durante toda la infancia).
- coexistencia de enfermedad atópica: los marcadores de enfermedad alérgica en el momento de la presentación (incluidos los recuentos de eosinófilos y las pruebas de punción cutánea) están relacionados con la persistencia y la gravedad del asma actual durante la infancia; no hay pruebas de que estos marcadores estén relacionados con el resultado de los síntomas respiratorios y la gravedad del asma en la edad adulta
- efecto del sexo - el sexo masculino es un factor de riesgo para el asma en niños prepúberes (los niños varones tienen más probabilidades de "superar" su asma en la transición a la edad adulta). El sexo femenino es un factor de riesgo para la persistencia del asma en la transición de la infancia a la edad adulta.
- bronquiolitis en la infancia - las sibilancias asociadas a virus suelen ir seguidas de sibilancias en la primera infancia; a medida que avanza la edad del niño esta asociación se debilita y a los 35-40 años la función ventilatoria y la reactividad bronquial son similares a las de aquellos que no tuvieron síntomas en la infancia
- tabaquismo de los padres: las sibilancias en la primera infancia se asocian al tabaquismo materno; sin embargo, no existe una relación identificable entre el tabaquismo de los padres y los síntomas respiratorios en la edad adulta
- peso al nacer y prematuridad: no existe una relación consistente entre el asma en la edad adulta y el peso al nacer. Las sibilancias son más frecuentes en los niños nacidos prematuramente.
- edad en el momento de la presentación - cuanto más precoz es la aparición de las sibilancias, mejor es el pronóstico. La mayoría de los niños que se presentan antes de los dos años se vuelven asintomáticos a mediados de la infancia (6-11 años). Sin embargo, hay que tener en cuenta que la atopia coexistente es un factor de riesgo para la persistencia del asma, independientemente de la edad de presentación.
Referencia:
- Thorax 2003;58 (Suppl I).
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