Investigaciones y remisiones
Para más detalles, véase Directriz NICE [NG188]Directriz NICE [NG188]
Estas recomendaciones se dirigen a los profesionales sanitarios que llevan a cabo las investigaciones iniciales en atención primaria o servicios comunitarios para personas con síntomas nuevos o continuados 4 semanas o más después del inicio de la COVID-19 aguda presunta o confirmada.
Remitir urgentemente a los servicios de agudos pertinentes a las personas con COVID-19 sintomática en curso o con sospecha de síndrome post-COVID-19 si presentan signos o síntomas que pudieran estar causados por una complicación aguda o potencialmente mortal, incluyendo (pero sin limitarse a)
Ofrecer pruebas e investigaciones adaptadas a los signos y síntomas de las personas para descartar complicaciones agudas o potencialmente mortales y averiguar si es probable que los síntomas estén causados por COVID-19 sintomático en curso, síndrome post-COVID-19 o podría tratarse de un nuevo diagnóstico no relacionado.
Si se sospecha otro diagnóstico no relacionado con la COVID-19, ofrecer investigaciones y derivaciones de acuerdo con las directrices nacionales o locales pertinentes.
Ofrecer análisis de sangre, que pueden incluir un hemograma completo, pruebas de función renal y hepática, prueba de proteína C reactiva, ferritina, péptido natriurético tipo B (BNP) y pruebas de función tiroidea.
ISi procede, ofrecer una prueba de tolerancia al ejercicio adaptada a la capacidad de la persona (por ejemplo, la prueba de 1 minuto de bipedestación). Durante la prueba de esfuerzo, registre el nivel de disnea, la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno. Siga un protocolo adecuado para realizar la prueba de forma segura (consulte la sección de fundamentos sobre investigaciones y derivaciones para ver los protocolos sugeridos). Para consejos sobre cómo compartir habilidades entre servicios para ayudar a los servicios comunitarios a gestionar estas evaluaciones, véase la recomendación sobre compartir habilidades y formación en la sección sobre organización de servicios.
Para las personas con síntomas posturales, por ejemplo palpitaciones o mareos al ponerse de pie, realice registros de la presión arterial y la frecuencia cardiaca en posición tumbada y de pie (prueba de bipedestación activa de 3 minutos, o de 10 minutos si sospecha de síndrome de taquicardia postural u otras formas de disfunción autonómica).
Ofrezca una radiografía de tórax a las 12 semanas después de la COVID-19 aguda si la persona no se ha sometido ya a una y sigue teniendo síntomas respiratorios. La radiografía de tórax por sí sola no debe determinar la necesidad de derivar al paciente para recibir más atención. Tenga en cuenta que una radiografía simple de tórax puede no ser suficiente para descartar una enfermedad pulmonar.
Derive urgentemente a las personas con COVID-19 sintomático en curso o con sospecha de síndrome post-COVID-19 para una evaluación psiquiátrica si presentan síntomas psiquiátricos graves o riesgo de autolesión o suicidio.
Siga las directrices nacionales o locales pertinentes sobre derivación de personas que presenten trastornos de ansiedad y del estado de ánimo u otros síntomas psiquiátricos. Considerar la derivación
Tras descartar complicaciones agudas o potencialmente mortales y diagnósticos alternativos, considere la posibilidad de derivar a las personas a un servicio de evaluación multidisciplinar integrado (si está disponible) en cualquier momento a partir de las 4 semanas del inicio de la COVID-19 aguda.
No excluir a las personas de la remisión a un servicio de evaluación multidisciplinar o de la realización de nuevas investigaciones o aportaciones de especialistas basándose en la ausencia de un resultado positivo en la prueba del SRAS-CoV-2 (PCR, antígeno o anticuerpo).
Referencia:
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