La gammagrafía de ventilación-perfusión es un procedimiento radiológico que suele utilizarse para confirmar o descartar el diagnóstico de embolia pulmonar. También puede utilizarse para supervisar el tratamiento.
La parte de ventilación de la exploración consiste en la inhalación de criptón 81m, que tiene una vida media corta y es un emisor gamma puro. La ventilación se evalúa bajo una gammacámara.
La parte de perfusión de la gammagrafía se consigue inyectando al paciente tecnecio 99m, que se acopla con macroalbúmina agregada (MAA). Esta molécula tiene un diámetro de 30 a 50 micrómetros, por lo que se adhiere a los capilares pulmonares. Se inyecta una cantidad de moléculas lo suficientemente pequeña como para que no tenga efectos fisiológicos. Un émbolo aparece como una zona fría cuando se coloca al paciente bajo una gammacámara. El MAA tiene una vida media de unas 10 horas, el tecnecio de unas 6 horas; no hay contraindicaciones para este estudio, aunque en un paciente con una derivación de derecha a izquierda el estudio se convertirá en una exploración de todo el cuerpo, por lo que no es útil.
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