Los tratamientos compuestos para la tos son un curioso desarrollo de la industria farmacéutica con la aparente filosofía de "más es mejor". En este caso, el "más" es una variedad de tratamientos para la tos combinados en un solo paquete.
El problema es que a menudo los tratamientos se contraindican mutuamente: por ejemplo, un expectorante favorece el movimiento del esputo, mientras que un antitusígeno impide que se expulse. El hecho de que estos compuestos no sean francamente peligrosos se basa únicamente en la eficacia muy limitada de cualquiera de los compuestos individuales.
En algunos casos, es importante desaconsejar activamente estos tratamientos en pacientes con una función pulmonar deficiente antes de que se produzcan daños reales.
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