Un absceso en el cerebelo suele tener su origen en un foco infeccioso local, como una otitis media crónica o una mastoiditis. En este caso, es probable que haya un único absceso en la sustancia blanca subcortical, mientras que en el caso de una diseminación hematógena más rara, se producen múltiples abscesos. Existen varios agentes infecciosos si la etiología es otogénica.
La presentación puede consistir en:
- cefalea suboccipital pulsátil
- rigidez del cuello
- náuseas y vómitos
- signos de disfunción cerebelosa, por ejemplo nistagmo, hipotonía, incoordinación, disdiadococinesia
- signos de efectos de masa: parálisis de los nervios craneales VI y VII
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