La principal ventaja de las gafas para cataratas es su comodidad: son fáciles de manejar y rápidas de poner.
Sin embargo, a menudo esto se ve contrarrestado por sus numerosos inconvenientes:
- Aumento de la imagen: las gafas para cataratas aumentan los objetos alrededor de un 30%, por lo que puede llevar meses acostumbrarse a ellas. No son adecuadas para la extracción unilateral de cataratas, ya que el aumento impide al cerebro fusionar la imagen del ojo afáquico con la del otro, lo que provoca diplopía.
- distorsiones de la imagen - el grosor de las gafas hace que las líneas rectas aparezcan arqueadas hacia fuera. El paciente debe aprender a mirar por el centro de las gafas, donde la visión es más eficaz, y a girar la cabeza cuando mira hacia los lados.
- Salto de imágenes: existe una zona anular de ceguera a partir de la cual las imágenes entran y salen saltando. El paciente está expuesto a colisiones y es una de las razones por las que el uso de gafas de contacto conlleva la inhabilitación para conducir vehículos pesados o de servicio público.
- Las lentes son pesadas, tienden a resbalar y pueden necesitar un ajuste constante por parte de un óptico.
Como se pierde la acomodación, suelen prescribirse lentes bifocales o trifocales.