Una hemorragia epidural se produce por la rotura de una de las arterias meníngeas que discurren entre la duramadre y el cráneo. La arteria meníngea media es la más afectada.
La causa habitual es una fractura de cráneo. No es infrecuente que el golpe sea relativamente trivial.
Más de la mitad de los casos se dan en personas menores de 20 años. La hemorragia epidural es rara en personas mayores de 40 años. En parte, esto puede explicarse porque la duramadre se adhiere cada vez más al cráneo con la edad.
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