Es necesaria una descompresión urgente para evitar una isquemia grave. Deben retirarse todos los vendajes, yesos y férulas potencialmente constrictivos; no basta con partir una escayola. Debe medirse la presión compartimental. La fasciotomía abierta está indicada si es superior a 40 mm Hg. De lo contrario, la extremidad debe observarse atentamente hasta que se aprecie una mejoría clínica. Si no se produce mejoría, se debe realizar una fasciotomía, que en la pierna puede significar la apertura de los cuatro compartimentos.
Tras la fasciotomía, la herida debe dejarse abierta durante 5 días. El desbridamiento puede estar indicado si la necrosis muscular es evidente; de lo contrario, se puede estimular la cicatrización mediante sutura o injerto de piel, o simplemente dejar que la herida cicatrice por sí misma.
Se requiere un alto índice de sospecha en el paciente inconsciente tras un traumatismo grave. El peso de todo el cuerpo puede haber recaído sobre una extremidad. Es necesaria una derivación ortopédica precoz y una monitorización continua de la presión instrumentada.
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