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El abordaje inicial en la rehidratación durante el cólera grave difiere sustancialmente del abordaje de los pacientes con gastroenteritis
- los pacientes con cólera grave presentan un mayor grado de deshidratación inicial y pérdidas de electrolitos que en la gastroenteritis no colérica
- esto debe tenerse en cuenta para evitar subestimar la velocidad y el volumen de líquidos necesarios en estos pacientes
- en el cólera grave, en las primeras 24 horas de tratamiento se suele necesitar una media de 200 ml/kg de líquidos isotónicos orales o intravenosos (aunque en algunos casos pueden ser necesarios más de 350 ml/kg) (1)
En el cólera grave
- la reposición inicial de líquidos debe hacerse en las 3-4 h siguientes a la presentación
- la vía de administración depende de la gravedad de la deshidratación
- en pacientes con deshidratación grave (>10%) que estén en shock hipovolémico
- requieren rehidratación intravenosa inmediata, lo más rápidamente posible hasta que se restablezca la circulación
- los pacientes deben pasar a la rehidratación oral tan pronto como puedan ingerir líquidos (normalmente entre 3 y 4 horas), ya que las soluciones de rehidratación oral (SRO) contienen más bicarbonato potásico y glucosa que los líquidos intravenosos estándar,
- en pacientes con cierta deshidratación (5-10%)
- reposición rápida del déficit inicial con SRO y seguimiento de los pacientes hasta que se hayan resuelto los signos de deshidratación
- en presencia de cierta deshidratación con vómitos profundos o pérdidas continuas de heces, debe proporcionarse rehidratación intravenosa y oral concomitantes
- en pacientes sin signos de deshidratación, el tratamiento consiste en líquidos orales para reponer las pérdidas continuas (1)
La estimación y reposición de las pérdidas continuas es crucial incluso cuando se repone el déficit inicial de líquidos (1)
- la tasa de pérdida continua de líquidos puede superar los 20 ml/kg/hora
- se podrían utilizar cunas de cólera para estimar las pérdidas continuas de volumen pero, en su ausencia, las estimaciones se pueden calcular como 10-20 mL/kg de peso corporal por cada deposición diarreica o episodio de vómitos (1)
Tras la rehidratación, deben reevaluarse los signos de deshidratación al menos cada 1-2 horas (más a menudo si hay diarrea profusa continua).
- si aparecen signos de deshidratación debe administrarse más rápidamente la solución de SRO
- si los pacientes se cansan, vomitan con frecuencia o presentan distensión abdominal
- debe suspenderse la solución de SRO y rehidratarse por vía intravenosa con solución de lactato de Ringer (50 ml/kg en tres horas), con cloruro potásico añadido
- después de esto suele ser posible reanudar el tratamiento con solución de SRO (2)
Referencia: