Se trata de la asociación de convulsiones con hipertensión inducida por el embarazo. En raras ocasiones, las crisis eclámpticas se producen al principio del tercer trimestre sin ninguna indicación clínica. Lo más frecuente es que el ataque se produzca durante el parto o el puerperio tras una historia de hipertensión inducida por el embarazo y proteinuria.
Los signos prodrómicos útiles de una eclampsia inminente incluyen un rápido aumento de la tensión arterial y proteinuria; evidencia de edema cerebral - cefaleas frontales, síntomas visuales con destellos irregulares y angulosos en la periferia de los campos visuales y pérdida de visión en zonas; dolor abdominal superior por estiramiento del peritoneo sobre un hígado edematoso; y ocasionalmente, prurito facial. Puede haber aumento y brusquedad de las sacudidas reflejas de la rodilla y clonus.
Se debe colocar inmediatamente a la mujer en posición de recuperación y asegurar la vía aérea. Un importante ensayo reciente ha demostrado que la mortalidad materna es significativamente menor cuando se utiliza sulfato de magnesio como terapia anticonvulsiva en lugar de diazepam o fenitoína. Debe administrarse hidrazalina para reducir cualquier elevación de la presión arterial. En última instancia, el trastorno se resuelve con el parto.
Afortunadamente, la eclampsia es menos frecuente hoy en día. Aproximadamente el 2% de quienes la padecen fallecen, y entre 1982 y 1994, 14 muertes maternas en Inglaterra y Gales se atribuyeron a la eclampsia.
Referencia:
Añada a esta página información que sería útil tener a mano durante una consulta, como una dirección web o un número de teléfono. Esta información se mostrará siempre que visite esta página